Ni siquiera los meses de invierno nos quitan el placer de comer o cenar en una terraza, siempre que el sol brille durante unas horas y el menú nos caliente el corazón. De norte a sur, nuestras opciones.
TRIGO DE CANTOS | PORTO
Con terraza en la acera y también, unos metros más adelante, en el centro de la Praça dos Poveiros, Trigo de Cantos sirve bocadillos artesanales de Amarante durante todo el día. Los mejores bocadillos son el de jamón, el de alheira con huevo y el de jamón con queso Serra, mientras que los ahumados brillan en las tablas.
BEHER | LISBOA
Beher de Lisboa, situado en dos plantas de un edificio de la Baixa, en la esquina de la Rua da Prata con la Rua de Santa Justa (no todo el mundo puede presumir de tener una terraza con el ascensor de Santa Justa como telón de fondo), es famoso por su barra (el mostrador) que da a la calle, donde ofrece una gama de embutidos envasados, quesos y platos fríos. Está pensado para estar abierto todo el día, sin la rigidez de horarios para esto o aquello.
MEZZALUNA | VILA DO CONDE
Con una terraza con vistas a las orillas del río Ave en la florida Praça da República de Vila do Conde, Mezzaluna se centra en la cocina italiana de Salvatore, sobre todo pizzas, pero también ensaladas, pasta y risottos. Para beber, vinos, sangría y cervezas de la gama Mahou.
FAINA | PORTIMÃO
Faina ha echado el ancla frente al río Arade, en Portimão, en el edificio rehabilitado de la antigua fábrica de conservas de pescado. Los numerosos barcos que se divisan desde su terraza, la más popular a dos niveles, no dejan lugar a dudas sobre el porqué de la elección del nombre: en tiempos pasados, aquí atracaban arrastreros cargados de pescado y funcionaba una concurrida lonja. El pescado y el marisco, pero no sólo, son por tanto los protagonistas de la carta.
VENGA | MATOSINHOS
La terraza, delimitada por cortavientos y resguardada por grandes sombreros, es una opción recurrente siempre que el buen tiempo (o la falta de tiempo, vamos) hace acto de presencia. Pimientos padrón, croquetas, batatas bravas, tortilla de batata (una de las mejores del país), pulpo a la gallega, langostinos en cítricos o crujiente de alheira con guindilla dulce, entre otros muchos bocados y tapas ibéricas, hacen las delicias de la clientela.
